martes, 28 de agosto de 2012

Wait a minute, ¿qué foto tienes en tu perfil?

Desde mediados de julio Whatsapp permite añadir a tu perfil una foto. Desde un principio el chat de la Blackberry también lo permitía. Quizá a muchos os puede parecer que es lo mismo, pero yo lo encuentro diferente, el pin de la BB era más personal que el número de móvil, y por eso, está entrada. 
Por varias razones no me gusta este avance visual de Whatsapp, no me convence la idea de que los usuarios añadan su foto de perfil.

Por un lado, tu número de móvil lo pueden tener perfiles diferentes de personas además de tus amigos y familiares; tu jefe, personas con las que mantienes una relación laboral, un cliente o una empresa/comercio del que tú seas cliente, un ligue...Y cómo es lo propio, no te presentas ni comunicas con ellos de la misma manera, ya sea en diferido o en persona. Por lo tanto, creo que esta realidad también habrá que tenerla en cuenta a la hora de seleccionar tu foto de perfil o de decidir ponértela.

Es cierto que para el receptor de un Whatsapp facilita verla si no conoce el número, así identificará a la persona rápidamente. Pero, como emisor, poner una foto tuya tirado en la playa, por muy bonito que sea el atardecer de fondo, quizá no es la adecuada, o una foto en la que sales de risas con tus amigos o cariñosamente con tu pareja, creo yo que tampoco es el lugar para ponerla.

No sé, simplemente es un pensamiento que tengo sobre la forma, a veces inconsciente, en la que nos comunicamos. Aunque en realidad, mi pensamiento va un poco más allá y entiendo que lo que a continuación diga se entienda de diferentes maneras, pero, está revolución fotográfica que es tan rica, un arte, que permite compartir muchas cosas y ver otras tantas gracias a quiénes captan momentos con sus cámaras... Cuando se centra en uno mismo, en "MI" foto de perfil, que la cambio constantemente para que todos me vean en mis diferentes looks, me parece que al final cae en el hecho de darnos demasiada importancia a nosotros mismos, no? Quizá es un juicio que llevo muy dentro, pero que si alguien me da otro punto de vista razonado, podré matizarlo. Eso sí, que me lo explique por Whastapp para ver su foto y tenerle más presente...!!

miércoles, 22 de agosto de 2012

Cartas a un joven emprendedor

Sin perder el hilo conductor de Lookupp, esta entrada la protagoniza un libro que me regalaron hace unos días, con el que he disfrutado y aprendido varias cosas interesantes.
Cartas a un joven emprendedor escrito por Pedro Nueno, profesor de una reconocida Escuela de Negocios, expone a través de unas cartas imaginarias veinte casos (todos con base real) sobre veinte personas que tienen una posible idea para montar su empresa y acuden a él para presentársela y escuchar su punto de vista. Son casos variados, desde el que quiere montar su negocio impulsado por motivos personales, que no soporta a su jefe, hasta el que ve una oportunidad de negocio que nadie ha explotado todavía pero se encuentra con otras dificultades. Es interesante ver cómo Nueno en algunas ocasiones les anima e impulsa en su proyecto y en otras, sin embargo, les sugiere no continuar. Todo en un clima profesional, positivo y cercano.
El caso que más gracia me hizo: una mujer que montó su Agencia de Comunicación y fue a presentar sus servicios a un posible cliente. A estos les gustó tanto su exposición y sus cualidades que quisieron contratarla a ella por completo, proponiéndole el puesto de Directora de Comunicación y Marketing, justo cuando había montado su empresa. Nos desvelo el final del caso para que os quedeís con la intriga y pincharos a que os leáis el libro.

martes, 7 de agosto de 2012

Dale un giro y triunfas

Me gusta cuando se le da la vuelta a un hecho, que puede ser normal o incluso un poco negativo, y se convierte en un momento divertido. Esta es una tarea propia de aquellos que dominan la comunicación y que, como hemos visto en distintos anuncios, ha resultado muy efectiva para cientos de marcas.
Aunque, personalmente,  MÁS aún me gusta, cuando esto ocurre de forma natural. 
Os cuento aquí un momento divertido, de esos que antes de darle una vuelta, estaba siendo motivo de queja y que ha pasado a convertirse en uno de los momentazos del verano.
La Thermomix cada vez hace más cosas y menos ruido. En estos días de verano vivimos 18 en la misma casa. La Thermomix nos resuelve desde el zumo mañanero hasta los cocktails de la noche. Lo que implica que está continuamente en funcionamiento... con el "agradable" ruido de fondo. Y también hay que tener en cuenta que en esta casa, la cocina es el centro de reuniones y paseos. Cuando nos empezaba a incomodar el tema del ruidito y hasta los niños se quejaban, a alguien se le ocurrió la genial idea de que teníamos que bailar cada vez que sonora la Thermomix. (Algo parecido al clásico  juego de la estatuas) Imaginaros qué risa, el invento del verano. Ahora los niños piden "qué suene la Thermomix" o "que pongan más alta la Thermomix" y hasta el abuelo baila cada vez que suena.
Una anécdota muy gráfica que refleja la fuerza que tienen per se las ideas positivas, que siempre serán mi apuesta primera a la hora de comunicar.